Con la llegada de la estación fría, los recién nacidos son particularmente vulnerables a las llamadas «enfermedades estacionales». De hecho, la tos, la congestión nasal, la fiebre y el dolor de garganta pueden aparecer y dificultar el descanso y el bienestar del niño. Dado que el sistema inmunitario de los bebés aún está en desarrollo, es normal que estén más predispuestos a los resfriados y las infecciones que los adultos, especialmente si también comienzan a ir al jardín de infantes. Veamos cómo controlar estos síntomas, hacer que el entorno en el que viven sea más cómodo y qué productos utilizar para ayudarlos a sentirse mejor
.La función del humidificador:
Una de las herramientas más útiles es The humidifier, que permite mantener el nivel adecuado de humedad en el aire, algo especialmente importante durante el invierno, cuando la calefacción tiende a secar la habitación. El aire seco puede irritar las vías respiratorias de los bebés, dificultar la respiración y aumentar el riesgo de congestión nasal. Al usar un humidificador, es posible mejorar la humedad de la habitación, que idealmente debería estar entre el 40% y el 60%. Algunos modelos de humidificadores incluyen funciones como el control de temperatura y la purificación del aire, lo que ofrece un ambiente más saludable y relajante para el pequeño
.La importancia de los lavados nasales
Loslavados nasales son una práctica sencilla pero muy eficaz para mantener las vías respiratorias libres y limpias, especialmente en los primeros meses de vida de un niño. Para hacerlos correctamente, es recomendable utilizar un Jeringas de lavado nasal EasyBreath Chicco y un Solución PhysioClean Chicco que ayudan a diluir la mucosidad y facilitan su eliminación. La solución fisiológica debe ser estéril, por este motivo recomendamos la versión en viales desechables. Este tratamiento se puede repetir varias veces al día, especialmente antes de acostarse para promover un sueño más tranquilo y regular y
antes de las comidas.Para la aplicación, bastará con voltear al niño de lado en los primeros meses de vida, luego también será bueno mantenerlo sentado con la cabeza ligeramente inclinada hacia adelante. En este punto, con la jeringa fisiológica, tendrás que ir a rociar primero en una fosa nasal y luego en la otra. Si se hace correctamente, la solución fisiológica saldrá por la fosa nasal opuesta a aquella en la
que se roció.El aspirador nasal es una herramienta adicional que, especialmente después de los lavados nasales, ayuda a eliminar la mucosidad del tracto respiratorio superior de los bebés, que aún no pueden sonarse la nariz por sí solos. Existen diferentes tipos de aspiradores nasales, incluidos los manuales y los eléctricos. Los modelos manuales son prácticos y fáciles de usar, mientras que los eléctricos ofrecen una succión más constante y rápida, lo que a menudo resulta menos incómodo para el niño, pero con ellos hay que tener cuidado de no dañar los frágiles capilares internos de la nariz del niño. Un uso moderado del aspirador puede ayudar a reducir la congestión nasal y mejorar la respiración, evitando la acumulación de mucosidad que podría favorecer la aparición
de infecciones.El aerosol para tratamientos más específicos
Cuando el resfriado o la tos son más persistentes y el pediatra lo recomienda, [Lcat_172_0_L'aerosol] puede resultar una herramienta útil para administrar medicamentos directamente y dirigidos a las vías respiratorias. Generalmente, el aerosol se usa para tratar patologías más específicas, como la bronquitis o la laringitis, y por este motivo siempre es necesario consultar a su médico antes de continuar. El aerosol puede resultar molesto para algunos bebés, pero existen varios trucos para hacerlo más tolerable: muchos padres optan por hacer el aerosol mientras el niño duerme o por distraerlo con juegos y canciones. Además de los modelos clásicos, también hay modelos de aerosol compactos y silenciosos, ideales para recién nacidos, como el Aerosol Mizu con tecnología de malla o el Aerosol Chicco con tecnología de malla, ambos con tecnología Mesh
.Durante las enfermedades, la fiebre es un síntoma común y puede indicar una infección en curso. Tener a mano un buen thermometer permite controlar la temperatura del recién nacido e intervenir con prontitud si es necesario. Hay varios tipos de termómetros adecuados para bebés: Chicco Termómetro Flex Night Plus, Termómetro infrarrojo de contacto Ca-mi o Termómetro de cabeza/oído Miniland Thermotalk Plus. Los termómetros infrarrojos, que permiten detectar la temperatura sin contacto directo, son especialmente prácticos para medir la fiebre sin perturbar el sueño del niño. Si el termómetro indica una fiebre alta (superior a 38 °C), es recomendable consultar a un pediatra para una evaluación más exhaustiva, especialmente en los primeros meses de vida del recién nacido
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